LIDERAZGO
Cómo Ser Un Verdadero líder: parte 2
“Hay tres cosas extremadamente duras: el acero, los diamantes y el conocerse a uno mismo”.
Benjamin Franklin
Si aún no ha leído la primera parte sobre cómo ser un verdadero líder: parte 1, puede empezar aquí.
En el otoño de 1842, Abraham Lincoln se burló públicamente de un agresivo político irlandés, llamado James Shields. Lo hizo a través de una carta anónima enviada al Springfield Journal. Shields, resoplando de ira, juró vengarse. Tiempo después, cuando descubrió al autor de la carta, saltó en su caballo, buscó a Lincoln y lo retó a un duelo a muerte. Lincoln no quería pelear, pero tenía que salvar su honor. Teniendo la elección de las armas, escogió sables de caballería y le pidió ayuda a un militar de West Point, con el fin de aprender a manejar esas armas.
El día del duelo, los dos hombres se encontraron en un banco de arena del Mississippi, dispuestos a luchar hasta que solo quedara uno en pie. Pero la suerte estaba del lado del Lincoln ese día, ya que los padrinos intervinieron en el momento justo, evitando una tragedia. Después de ese episodio, Lincoln nunca más volvió a escribir una carta insultante. Jamás volvió a burlarse de los demás (Carnegie, 2019).
¿A partir de ese evento, qué cree usted que aprendió Lincoln sobre sí mismo y sobre los demás? ¿Qué tipo de conocimiento afianzó con esa experiencia?
Cómo ser un verdadero líder: Conocimiento fáctico
En cómo ser un verdadero líder señalamos que uno de los rasgos esenciales que debe tener un líder es el conocimiento humanista. El problema es que la mayoría de estas personas solo posee un conocimiento fáctico.
Por ejemplo, un líder político debe saber gobernar un país; un líder empresarial debe traerle prosperidad y riqueza a su organización; un líder educativo tiene que saber cómo preparar a sus estudiantes para el mundo laboral. Sin embargo, esos conocimientos son de tipo factual. Es decir, corresponden a las habilidades adquiridas por medio de la educación formal o la práctica continuada de una actividad específica(manejar un vehículo, un computador, una bicicleta, etc.).
Cómo ser un verdadero líder: Conocimiento interior
Pero a diferencia del conocimiento fáctico, existe otro tipo de conocimiento que se enfoca sobre el mundo interior del individuo. Es una mirada a lo que llamamos “yo”. Este tipo de conocimiento será el estándar para medir al verdadero líder.
Es decir que un líder, además del conocimiento fáctico, debe buscar conocerse a sí mismo1 Según la leyenda, esta frase fue atribuida a Thales de Mileto(624-546 a.C), uno de los 7 sabios de la Antigua Grecia. El aforismo se volvió tan popular, que luego fue tallado en piedra y se puso en el frontón del templo de Apolo en Delfos, Grecia hacia finales del siglo V a.C. Años más tarde, Sócrates(470-399 a.C.) lo hizo pieza central de su pensamiento, como un acto de introspección para ahondar en la condición humana(Brun, 1961). Esto significa que debe hacer una observación íntima para conocer sus propias limitaciones y mejorar la conducta moral, dirigiéndola hacia el bien. Es un llamado a gobernarse. “Conocerse a sí mismo es tener autocontrol”(Guthrie, 2003, p. 447). El autocontrol es moderación o dominio de la conducta. Para lograr el dominio de la conducta, debemos conocerla primero, con el fin de modificarla y dirigirla en el futuro.
Pensemos en el caso de Abraham Lincoln. Conocerse a sí mismo fue lo que le permitió darse cuenta de su propia conducta y dirigirla de manera correcta el resto de su vida.
¿Qué Limitaciones Debe Conocer Un Líder De Sí Mismo?
El filósofo Mitchell Green señala al respecto:
“Sospecho que conocerse bien a uno mismo sería un asunto de múltiples facetas… Una de estas facetas consiste en reconocer tus limitaciones…Esas limitaciones pueden ser cognitivas: ¿mi pésima memoria que distorsiona la información, mi tendencia a endulzar cualquier mala noticia que pueda recibir?
Tomemos el ejemplo de un profesor que lee las evaluaciones de los estudiantes. Es fácil olvidar los negativos y recordar los positivos, un caso de “sesgo de confirmación”, como se usa ese término en psicología. Saber que tiendo a hacer eso, si eso es lo que tiendo a hacer, me permite echar un segundo vistazo, por más doloroso que sea.
Nuevamente, ¿soy demasiado crítico con los demás? ¿Tiendo a mirar el vaso medio lleno o medio vacío? Son todas limitaciones de tipo emocional, o al menos tienen una importante dimensión afectiva”(«Know Thyself», 2018).
Un líder debe entender que él también es una persona propensa al error, como todas las demás. Gestionar mal nuestras emociones o nuestra razón, es parte de la condición humana. Un ejemplo de ello, como señala Green, son los sesgos cognitivos. Estos son hábitos de pensamiento generalizados que conducen a errores lógicos muy comunes en la sicología humana. Dichos sesgos también nos pueden llevar a dirigir de forma errónea nuestras emociones, las cuales se traducen en conductas equivocadas frente a diversas situaciones.
¿Qué Problemas Tiene Un Líder Si No Se Conoce A sí Mismo?
Cuando un líder evita conocerse, construye una realidad ficticia que pone en riesgo la estabilidad de cualquier comunidad.
La misión más importante que tiene un líder cuando se conoce a sí mismo, es el dominio de la arrogancia. Si se deja arrastrar por ese presuntuoso sentido de superioridad, no comprenderá que su naturaleza humana es propensa al error. Cuando un líder no acepta la equivocación, se convierte en una persona incompetente. Esa incompetencia pone en riesgo a la organización que dirige.
Un líder que domina la arrogancia, es un líder que consigue una de las más importantes virtudes del ser humano: la humildad. Esta virtud nos permite reconocer la debilidad de nuestras propias creencias y la escasez de nuestro conocimiento. En la humildad comprendemos que es necesario escuchar a los demás para enriquecer nuestras propias perspectivas y contribuir de una manera más eficiente con las metas de la organización2En el Carmides, Sócrates afirma: “Solo el sensato se conocerá a sí mismo y será capaz de examinar lo que realmente conoce y no conoce…Esto es el ser sensato… que uno sepa lo que uno conoce y lo que uno no conoce”(167a). Por eso, un líder arrogante es un líder que se falta el respeto a sí mismo y a los demás.
CONCLUSIÓN
Podemos decir que el gobierno de sí mismo implica para un líder, dominar la arrogancia. Vencer la arrogancia es lograr la humildad. La humildad es esa virtud que le permite a un líder reconocer su escaso saber sobre todas las cosas. Es la que facilita una apertura y empatía hacia el prójimo, porque solo cuando un líder asume sus propias debilidades, comprende las de los demás. La mejor fórmula para dirigir una organización con sabiduría, es dirigirla con humildad.
Si no ha leído la primera parte sobre cómo ser un verdadero líder, puede empezar aquí.
A lo largo de mi vida, a menudo me he tenido que comer mis palabras, y debo confesar que siempre lo he encontrado una dieta sana.
Winston Churchill
¿Cómo Ser Un Verdadero Líder? Conociendo Sus Sesgos Cognitivos
Namibia es un país en el África. ¿Sabe qué tan grande es la población de Namibia? ¿Está por encima o por debajo de los 5 millones de habitantes? No mire en Google.
Haga su estimación. Solo es un experimento para entender la forma en que calculamos las cosas.
Le daremos la respuesta en nuestro próximo artículo titulado: “El efecto de anclaje”.
Para resumir:
- Conocerse a sí mismo implica autogobierno.
- El autogobierno nos permite lograr la humildad.
- La humildad me permite tener conciencia de mis propias limitaciones cognitivas y emocionales.
- Solo aquel que se puede gobernar a sí mismo, podrá gobernar a los demás.
BIBLIOGRAFÍA
Brun, J. (1961). Sócrates.
Carnegie, D. (2019). Cómo ganar amigos e influir sobre las personas / How to Win Friends & Influence People.
Carreño, S. (2019). Moderación socrática y conocimiento de sí. Ideas y Valores, LXVIII(171), 305-318.
Cavallé, M. (2011). LA SABIDURÍA RECOBRADA:Filosofía como terapia.
Guthrie, W. K. C. (2003). Historia filosofia griega vol. 3: Siglo: Siglo V. Ilustración.
Soupio, M., & Mourdoukoutas, P. (2014). The Ten Golden Rules of Leadership: Classical Wisdom for Modern Leaders.
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Esta es una de las paradojas más discutidas en clases de jurisprudencia.
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